Durante el trayecto, el alumnado recogió diversos ejemplares de invertebrados, que más tarde clasificaron por grupos, aplicando de forma práctica los contenidos trabajados en clase. Esta actividad no solo permitió reforzar sus conocimientos científicos, sino también fomentar la curiosidad, el trabajo en equipo y el respeto por el medio ambiente.
Además del aspecto académico, la excursión fue una magnífica oportunidad para la convivencia y el disfrute. El alumnado compartió momentos de juego y diversión en un día soleado que quedará en el recuerdo de todos.
La iniciativa fue coordinada por la profesora Rosa Dueñas y contó con la colaboración de los Departamentos de Orientación, Economía y Francés, cuya implicación contribuyó al éxito de la jornada.
Una experiencia completa que demuestra cómo aprender fuera del aula también puede ser una gran aventura.